¿Por qué es necesario un contrato de arras?

El contrato de arras es la pieza que da seguridad al acuerdo de compraventa: reserva el inmueble, fija el precio y las condiciones (plazos, financiación, entrega de llaves) y define qué ocurre si alguna de las partes no cumple. Sin un texto claro y sin revisar la documentación, la operación se expone a pérdidas económicas, retrasos y conflictos legales.

¿Qué protege un contrato de arras?

  • Reserva real del inmueble: bloquea la venta a terceros durante el plazo pactado.
  • Precio, entregas y calendario: deja por escrito cuánto se paga, cuándo y cómo.
  • Condiciones suspensivas: por ejemplo, concesión de hipoteca o cancelación de cargas.
  • Reparto de gastos y documentación: quién asume tasación, ITP/IVA, notaría y qué papeles deben aportarse.
  • Consecuencias del incumplimiento: qué pasa si comprador o vendedor se echan atrás.

Tipos de arras y efectos legales

  • Arras confirmatorias: son un anticipo del precio y prueba del acuerdo. No permiten desistir libremente; ante incumplimiento, la parte que cumple puede exigir el cumplimiento o la resolución con daños y perjuicios.
  • Arras penales: funcionan como cláusula penal; además de exigir el cumplimiento, pueden activar la pena pactada por incumplir. No otorgan desistimiento libre.
  • Arras penitenciales (de desistimiento): sí permiten desistir, pero con coste: si desiste el comprador, pierde las arras; si desiste el vendedor, devuelve el doble.

¿Por qué es necesario formalizarlas y revisarlas?

  • Seguridad económica: evita perder la señal por redacción ambigua o por condiciones imposibles de cumplir.
  • Menos litigios: un clausulado claro reduce disputas sobre plazos, cargas u ocupación.
  • Negociación equilibrada: permite modular la cuantía de la señal, plazos realistas y causas de desistimiento justificadas.
  • Trazabilidad: fija qué documentación se entrega y qué verificaciones deben hacerse antes de escriturar.

Riesgos habituales al firmar sin revisión

  • Perder todas las arras por creer que eran “confirmatorias” cuando el texto implica desistimiento (penitenciales).
  • Plazos imposibles (tasación o hipoteca) sin condición suspensiva clara.
  • Cargas o deudas no detectadas que impiden escriturar en fecha.
  • Cláusulas penales desproporcionadas o mal redactadas.

¿Cuándo conviene usar arras bien redactadas?

  • Primera vivienda con financiación bancaria.
  • Viviendas con posibles cargas o arrendatarios.
  • Obra nueva o autopromoción con hitos de entrega.
  • Compras entre particulares sin intermediación profesional.

¿Qué revisamos en Revisa tus Arras?

  • Verificaciones previas: titularidad, cargas y situación registral.
  • Tipo de arras adecuado y efectos legales.
  • Condiciones suspensivas (financiación, cancelación de cargas, habitabilidad).
  • Plazos y calendario de pagos realistas.
  • Cuantía de la señal y consecuencias equilibradas ante incumplimiento.
  • Anexos y documentación mínima a intercambiar.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto se suele entregar como arras?

Depende del mercado y el riesgo; suele moverse entre un 5 % y un 10 % del precio, con ajustes según financiación y plazos.

¿Puedo recuperar las arras si no me conceden hipoteca?

Solo si el contrato lo prevé como condición suspensiva o como causa de desistimiento justificado; recomendamos dejarlo explícito.

¿Cuál es la diferencia práctica entre confirmatorias y penitenciales?

Las confirmatorias no permiten desistir libremente; las penitenciales sí, con la pérdida o la devolución duplicada.

¿Es obligatorio usar arras?

No es obligatorio por ley, pero sí altamente recomendable para asegurar condiciones y consecuencias claras.

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